El Mont Blanc, la cima más alta de Europa Occidental con una altura de 4.810 metros, ha sido hollada por el carmonense Alberto Román Sánchez en compañía de varios miembros del Club Alpino Sevillano. La expedición, conocida como “Proyecto Mont Blanc 2011 - Ruta de los Cuatromiles”, logró su objetivo a las 20:00 horas del pasado 17 de agosto.
La proeza llevada a cabo por este delineante y topógrafo del Ayuntamiento de Carmona, de 33 años de edad, ha tenido todos los ingredientes posibles, pues ha logrado coronar la cima a través de la ruta con mayor grado de dificultad de las existentes, en concreto por la denominada “Ruta de los Cuatromiles”. A su vez, las inclemencias meteorológicas impidieron a la expedición su aclimatación previa a la subida y, además, las horas tardías en la cumbre les provocaron principio de congelación en alguna falange de pies y manos. No obstante, y por suerte para su integridad física, pudieron resguardarse bajando al refugio Vallot, lugar situado a unas dos horas de la cumbre, cuando era noche cerrada.
Al día siguiente, según palabras del propio Alberto, y después de 7 horas de descenso “pudimos abandonar la montaña sin mayor complicación que un desprendimiento de piedras que, de retrasar la bajada 15 minutos, hubiera supuesto una catástrofe de índole incalculable”.
Esta experiencia alpina vivida por Alberto Román Sánchez se realizó por primera vez hace ahora 225 años, cuando dos aficionados bien entrenados de Chamonix, Jacques Balmat (buscador de cristales de 24 años) y el doctor Michel Gabriel Paccard –quien quería observar un barómetro aneroide a esa altura– subieron hasta la cumbre y bajaron sanos y salvos.
Para el carmonense la ascensión al Mont Blanc ha supuesto “el mayor reto” de su vida, que no ha tenido parangón desde que muy joven comenzara su afición al senderismo.
La proeza llevada a cabo por este delineante y topógrafo del Ayuntamiento de Carmona, de 33 años de edad, ha tenido todos los ingredientes posibles, pues ha logrado coronar la cima a través de la ruta con mayor grado de dificultad de las existentes, en concreto por la denominada “Ruta de los Cuatromiles”. A su vez, las inclemencias meteorológicas impidieron a la expedición su aclimatación previa a la subida y, además, las horas tardías en la cumbre les provocaron principio de congelación en alguna falange de pies y manos. No obstante, y por suerte para su integridad física, pudieron resguardarse bajando al refugio Vallot, lugar situado a unas dos horas de la cumbre, cuando era noche cerrada.
Al día siguiente, según palabras del propio Alberto, y después de 7 horas de descenso “pudimos abandonar la montaña sin mayor complicación que un desprendimiento de piedras que, de retrasar la bajada 15 minutos, hubiera supuesto una catástrofe de índole incalculable”.
Esta experiencia alpina vivida por Alberto Román Sánchez se realizó por primera vez hace ahora 225 años, cuando dos aficionados bien entrenados de Chamonix, Jacques Balmat (buscador de cristales de 24 años) y el doctor Michel Gabriel Paccard –quien quería observar un barómetro aneroide a esa altura– subieron hasta la cumbre y bajaron sanos y salvos.
Para el carmonense la ascensión al Mont Blanc ha supuesto “el mayor reto” de su vida, que no ha tenido parangón desde que muy joven comenzara su afición al senderismo.
Desde la redacción de La Gaceta de Carmona queremos felicitar a nuestro amigo Alberto Román por esta proeza y por llevar el nombre de nuestra ciudad a tan altas cumbres.
1 comentario:
jajaja me parto con lo de LA PROEZA. Esta ruta la hacen millares de personas cada año, no exige nada más que un buen físico y conceptos básicos de escalada.
Publicar un comentario